En España es habitual que durante los meses de verano alcancemos temperaturas que fácilmente superen los 40o, y aunque el cuerpo humano intenta adaptarse a estos cambios ambientales para sobrevivir, la realidad es que nuestra salud puede correr peligro.
Los golpes de calor suceden con mayor frecuencia al aire libre que en interiores. Sobre todo, por una exposición continua al sol. Pero también pueden ocurrir en sitios donde la temperatura no esté bien regulada, o exista una aglomeración de muchas personas. Es raro que alguien que trabaje en una oficina sufra un golpe de calor, pero puede ocurrir si se manifiestan síntomas previos. Identificar estos síntomas es fundamental para estar prevenidos, y los más habituales cursan por dolor de cabeza, debilidad muscular y mareos, en la mayoría de los casos.
Las personas con factores de riesgo como enfermedades cardiovasculares previas, sobrepeso o enfermedades respiratorias se consideran colectivos vulnerables al calor. Por ello, desde el Parque PICA te traemos algunas recomendaciones para preparar tu espacio de trabajo para una posible ola de calor y hacerlo lo más seguro y eficiente posible:
1. Invierte en un buen asilamiento. Si bien esto puede ser una inversión costosa, será la acertada a largo plazo. No solo hay que pensar en las paredes, sino también en las ventanas. Es aconsejable elegir materiales aislantes que eviten una interacción entre la temperatura del interior del edificio y la de fuera. Esto se traduce en una menor pérdida de calor en invierno y en una menor penetración del calor en verano, ayudando a regular y mantener una temperatura estable en el interior.
2. Evita situar puestos de trabajo cerca de ventanas y vidrieras para que no les de la exposición solar directa. Si esto no fuese posible, es importante instalar estores que reduzcan la luz solar directa recibida. Entrará menos calor y la radiación solar será menos dañina.
3. Revisa tu sistema de climatización con tiempo. No esperes a tener la ola de calor encima para descubrir que tu sistema de aire acondicionado no funciona. Haz revisiones periódicas y una revisión a fondo en primavera.
4. Si el sistema es muy antiguo, plantéate reemplazarlo. Los sistemas antiguos no solo pueden tener acumuladas partículas que sean potencialmente nocivas para el organismo a través de los años, sino que seguramente sean poco eficientes. Un sistema de climatización nuevo será una inversión que amortizarás pronto.
5. Utiliza el aire acondicionado con cabeza. No es necesario tener una temperatura de 21 en la oficina para estar bien. Con tenerlo a una temperatura de entre 24 y 26 será más que suficiente para garantizar el bienestar de tu plantilla y, además, reducirás significativamente la factura de la luz. Además, tener la temperatura demasiado baja puede incluso provocar un golpe de calor en las personas, ya que, tanto al salir como al entrar al edifico, el cuerpo se ve expuesto a un cambio demasiado brusco de temperatura que no es capaz de asimilar.
Recuerda, la prevención es clave para preparar tu espacio de trabajo u oficina de cara al verano y, por supuesto, dentro de lo posible, hay que intentar reducir los turnos de trabajo que, por su actividad, requieran estar bajo la exposición del sol o realizarse al aire libre.